Decenas de parejas de gays y lesbianas se han dado cita en la Plaza de la Catedral para morrearse ante Benedicto XVI. Ha sido un acto de visibilidad que ha comenzado con besos y que ha acabado con aplausos emocionantes de todos los asistentes por el éxito de la iniciativa. En la Catedral ha dado la sensación de que había mucha más gente en contra de la presencia del máximo representante de la Iglesia Católica que a favor ya muchos se les ha puesto la piel de gallina.La cita era a las 9 de la mañana, una hora un poco delicada que ha reunido a gente que había alargado la noche y que aún no había dormido y gente que se acababa de levantar. A la convocatoria asistieron gays y lesbianas de todas las edades, hombres y mujeres, solteros y en pareja y familias con niños. El punto de encuentro era el área que queda entre las esquinas del Hotel Colón y la Caixa Catalunya. Al encontrarse la plaza dividida en dos partes por motivos de seguridad muchos participantes se han visto obligados a quedarse al otro lado. El Papa ha quedado rodeado.
Los convocantes de la flashmob habían pedido que no hubiera gritos, sólo besos ante Benedicto XVI y así ha sido cuando ha salido. Morreos varios y de todos los colores. Una vez ha cruzado, el grupo ha empezado a silbar y ha sido cuando se ha notado que eran más los simpatizantes del colectivo gay y lésbico que los fans de la Iglesia Católica. Esto ha hecho que los participantes en la acción hayan terminado aplaudiendo ante el éxito de la iniciativa. Para muchos ha sido una mañana emocionante. Felicidades a todos los que han participado!
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