Una redada en la sauna Paraíso de Madrid durante la madrugada del pasado viernes 26 al sábado 27 obligó a los clientes, todos hombres gays, a permanecer durante cerca de dos horas inmovilizados desnudos, sólamente con una toalla atada a la cintura.
Sobre la una menos cuarto de la madrugada, agentes de la Polícía Judicial y la Policía Municipal acudieron a la sauna Paraíso de la calle Norte, 15 de Madrid. Al parecer, el objetivo era realizar una inspección para detectar sustancias estupefacientes.
Durante el registro que duró cerca de dos horas, los agentes obligaron a los clientes a situarse a una zona del establecimiento e impidieron que se vistieran ni accedieran a la zona de vestuarios.
Según cuenta uno de los clientes, los agentes obligaron a encender todas las luces y quitaron la calefacción. Vieron como entraban perros policía para detectar presencia de drogas. Durante ese tiempo, los clientes permanecieron desnudos y sintieron atacada su dignidad al impedir los agentes que se vistieran:
“Pasamos un mal rato, la verdad. En las dictaduras deben pasar cosas así pero no en una ciudad moderna europea” comentaba indignado uno de los clientes a EstaNocheGay.com
Otro de los presentes ha manifestado a este portal que en ningún momento los policías les informaron qué ocurría ni el motivo de la entrada de los agentes.
Del mismo modo, un cliente destaca la forma de actuar de un policía judicial de aspecto canoso que no se indentificó: “Sus formas fueron muy discutibles”.
Los agentes de policía abandonaron el establecimiento pasadas las dos y media de la madrugada.
Policía Municipal, ¿homófoba?
En 2008 el periódico El País publicaba un reportaje con los locales que acumulaban más denuncias de Madrid. Entre ellos, se encontraba el bar nudista The Paw en la calle Calatrava de la capital.
El matrimonio propietario del local seguraba entonces tener una “licencia de primera especial” de hace medio siglo. “Pero no especifica hora de cierre. Ahí está el quid de la cuestión”, afirmaba Inmaculada Coca al diario El País. “Depende de la pareja de policías que venga dicen que puedo cerrar a las tres o a las seis”.
Los propietarios del local afirmaban entonces que la novatada para los policías recién incomporados consistía en inspeccionar bares nudistas como este:
“Como novatada traen a mi local a los policías nuevos y los ponen a contar el aforo. Vienen a reírse”, se quejaba Joaquín, su marido.
Podría ser un abuso policial más si no se tratara de bares en los que los clientes van semidesnudos o, directamente, sin ropa y entra en juego la intimidad del cliente con el agravante de posible homofobia. En la Comunidad de Madrid no existe una licencia específica para este tipo de establecimientos por los que se consideran locales convencionales y se acogen a los diferentes tipos de permisos.
“Hay mucha homofobia. No entienden que haya bares de ambiente”. sentenció entonces el propietario del establecimiento.
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